La imagen de mi abuela ha quedado guardada en mi memoria a pesar de que han transcurrido mas de 30 años de su fallecimiento. Nacio en Siria, Damasco y contrajo matrimonio en Argentina. Ella era como las abuelas en esa época, cabello blanco muy largo peinado en forma de rodete. Su rostro estaba dibujado con las marcas que dejan 9 hijos cuyas vidas no fueron fáciles.Una mujer muy pequeñita pero con una fortaleza enorme. Su ocupación: ama de casa.¡Y de qué casa! Tres piezas enormes con paredes de cuatro metros de altura que daban a un patio o galería, una antecocina, una cocina y un baño. Así estaba distribuido todo. Para llegar al baño teníamos que atravesar toda la casa.
En aquellos tiempos la tarea más importante a lo largo de todo el día era cocinar... Bouluse Saad, mi abuela, también cocinaba. Estaba la cocina de gas pero junto a ella sobre la mesada de baldosas se conservaban las hornallas alimentadas a carbón. ¡¡¡El carbón que elemento!!!! A pesar de los nuevos recursos nunca desapareció. En el correr del día siempre estaba. En el desayuno, se encendía como fuego auxiliar dejando sobre él la pava para que el agua se mantuviera templada. Durante toda la mañana había alguna comida de olla que se iba procesando lentamente. Infaltables los maníes sobre el bracero con el café molido a la turca, para compartirlo en la tarde con un familiar o amigo durante su visita.
De niña no tuve predilección por las comidas de origen árabe. Me ponía de muy mal humor cuando me servían uno de los platos típicos a base de cereales,verduras,pollo o carne. Hoy ya de grande recurro a mis recuerdos para lograr elaborar alguno de aquellos platos que tantas veces rechacé.
Mi tarea en este blog será la de ir anotando recetas,alguna lograda a partir de la memoria visual donde quedaron las imágenes de mi querida abuela elaborando diferentes preparaciones.
Hermoso relato!!! Me hizo emocionar hasta las lágrimas. Éxitos con el nuevo blog. Queremos más recetas!!!
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